Los terribles piojos en los niños, ¿cómo se pueden evitar?
Sabemos que la presencia de los piojos en la cabeza de un niño se acentúa en épocas de calor y se dan principalmente en edad escolar, constituyendo un problema sanitario independiente a la clase social.
El piojo sólo se transmite por contagio, se agarra de un pelo y se alimenta chupando la sangre del cuero cabelludo. Las hembras ponen huevos (liendres) que se adhieren al pelo muy fuertemente. Estas tienen forma ovalada y son de color blanco. Se distingue de la caspa porque está sujeta al pelo y tiene forma ovalada. De estos huevos sale el piojo que pronto se hará adulto y comenzará a picar y a poner más huevos.
¿Cómo se pueden evitar?
- Lavar con frecuencia el pelo de tu pequeño.
- Peinar y cepillar diariamente.
- Revisar frecuentemente la cabeza de los niños, principalmente detrás de las orejas y en la nuca.
- Desinfectar peines y cepillos con frecuencia.
- No intercambiar peines, gorros, diademas o almohadas con otros niños.
¿Qué hacer en caso que el niño tenga piojos?
- No lavar el cabello antes de aplicar una loción antiparasitaria, preferiblemente a base de piretrinas (productos que encontrarás en farmacias).
- Cubrir la cabeza con un gorro de plástico. Sólo deben aplicarse shampoo pediculicida aquellas personas que estén infectadas, ya que utilización indiscriminada de esos productos en los niños no es recomendable.
- Pasadas de 2 a 4 horas lavar el cabello con shampoo normal para niños, elige un shampoo que en su formulación sea libre de parabenos.
- No secar el pelo con secador.
- Quitar las liendres con la mano o con un peine especialmente fabricado para sacarlos.
- Los peines, y todo tipo de adornos de pelo se deben sumergir una hora en loción pediculicida y las toallas debes lavarlas con agua muy caliente.
- Todas las personas que convivan con el niño parasitado, deberán ser revisadas y, si es el caso, tratadas de la misma forma.